domingo, 24 de agosto de 2014

Bitácora N° 7: "El Retorno"

Nunca había pensado tener una clase tan buena. Llegué apurado al estacionamiento del colegio, viniendo de almorzar, con la mente enfocada en los chicos que volvería a ver hoy. Después de mucho tiempo nos veríamos de nuevo cara a cara con esos 25 niños a los que le enseñaba el Inglés, pero ahora con nuevos camaradas a nuestro favor, los chicos de 4to D.

Veía con buenos ojos el trabajo de hoy. Sin duda alguna, siento que estábamos más preparados que nunca. Me acompañarían esta vez Milagros, Rodrigo, Dyana, César y Mocho (Diego Reyes), los últimos 3 de la D. Llegamos y nos dimos con la sorpresa que el papel de "los que eran esperados" se invertía, nosotros tuvimos que esperar a que llegaran los niños, que habían salido a comer. Sin embargo, las cosas como son, nadie llegó por así decirlo, el salón estaba muy apagado, no estaban los gemelos revoloteando todo, no estaban el par de amigas inseparables que siempre veíamos cuchicheando por ahí. Solo eran 6 niños en total, la clase se retrasó y por sugerencia del profesor Max tuvimos que empezar las clases.

Comenzamos con un poco de "vocabulary" sobre los animales y las profesiones. El ambiente seguía muy tenue dentro de lo que era el salón. Sin haberlo esperado, nuestro salvavidas fue esa dinámica de las charadas, esa en la cual tienes que imitar lo que los otros tienen que adivinar. De una forma u otra esto motivó mucho a todos a participar, incluso a mí, enseñándome a desenvolverme mucho mejor dentro de clase y a vivir mejor el hecho del aprendizaje experiencial. 

La clase terminó y vino el feedback, en este se destacaron los puntos débiles así como los fuertes de la visita. En lo personal, yo destaqué la labor de un Diego que le hacía el habla a cualquier niño como si lo hubiera conocido de toda la vida. Además, mi compañero Aarom llegó a hacer un comentario acerca de nuestra labor en Llanavilla como una labor de importancia global, al estar sumamente ligada a la educación de los futuros ciudadanos del  mundo. Llegó a resaltar también nuestra labor de trascendencia en la que se basa nuestra esencia educativa.

De verdad, me sorprendió el hecho de que ni yo puedo hacer eso y creo que nunca podré simular un nivel de confianza tan profundo con una persona que recién conozca, no es tan mío. También mencioné el excelente desempeño que tuvimos como salón de 3ro y 4to dentro de Llanavilla, que a pesar de haber tenido pocos niños (sólo 6) creo yo que fue la mejor clase de todas las que hayamos tenido hasta ahora.

Relación con las experiencias CdD:
1. Lidera con inspiración: Si bien es cierto, cualquiera de mi entorno podría decir que yo soy el líder del grupo, yo considero que entre todos somos un líder colectivo, o algo así, cada uno en algún momento u otro comparte alguno de sus talentos y muestra su liderazgo como también su compromiso con el proyecto de Inglés en Llanavilla.

2. Trabaja en comunidad: Esta experiencia creo que siempre está muy marcada dentro de todas las actividades que realizamos dentro de Ciudad De Dios, pero esto también implica la evolución de este. Por lo que sería bueno destacar la evolución que hemos tenido en comparación a los inicios de año, se evidencia un mayor compromiso con lo que se tiene que hacer.

3.  Organiza y planifica actividades: Sin planificación, quizás esta visita no hubiera podido ser lo que fue. Es por eso que la organización y la planificación que se llevó anteriormente tomó un papel  clave dentro de la experiencia.


4. Conocerse, aceptarse y superarse: De una forma u otra, esta presencia normalmente siempre se hace presente dentro del desarrollo y aplicación del proyecto. El hecho de conocer mis debilidades, en este caso quizás el hecho de no ser tan socialmente activo con las personas (los niños); aceptarlas, para luego superarlas forma parte totalmente del proceso de aprendizaje experiencial. Esto último lo apliqué tratando de motivar a un Andrea que no quería participar de la dinámica, pero que al final con mucho ánimo formó parte de ella.