lunes, 3 de noviembre de 2014

Bitácora nº 9: Palomitas Agustinas

Desde hacía ya mucho tiempo veníamos planeando una forma de recolectar fondos para Llanavilla, surgieron distintas ideas para desarrollar un modo de recaudación factible y sostenible para solventar los gastos de la implementación de los círculos de seguridad en el patio principal del colegio. Esto se vio como una necesidad por dos razones, ya que los círculos de seguridad son un elemento necesario en cualquier institución educativa y porque para nosotros generar una cultura de prevención y consciencia ante los desastres naturales era necesario para su desarrollo social.

Entre las alternativas de recaudación planteamos producir poleras, o crear una empresa de alimentación. Pero lo que al final surgió fue la idea de hacer popcorn, o canchita, producida en máquinas a bajos costos de producción y que sería vendida a S/. 1 la bolsa. Para esto ,tuvimos que designar equipos de trabajo para sacar adelante el proyecto, algo que me pareció ideal para dividir el trabajo y así compartir mejor nuestros talentos. Se designaron 4 equipos: Plaza, Producto, Precio y Promoción. El primero se encargaría de vender el producto, el segundo de producirlo, el tercero de todas las finanzas y el cuarto de promocionarlo. Todo parecía muy prometedor.

Antes de todo ya habíamos presentado y se nos había sido aprobado el proyecto por la miss Myriam, con esto, nos dieron los días lunes, miércoles y viernes para poder vender nuestro producto. Así quedaba encargado de llegar estos días temprano en la mañana para poder hacer la cancha con las 4 máquinas que teníamos y tenerlas frescas para el 2do recreo. 

Llegué y no había nadie en el búnker, tenía mucho frío, era un lunes muy crudo y desganado. No tenía ganas de nada, pero todo esto cambió (y no miento) cuando el primer rastro de olor a canchita recién hecha brotó. Me sentía un productor experto, aunque no lo fuera, el simple hecho de por primera vez formar un equipo con mi salón y realizar un proyecto en comunidad. Las canchitas se vendieron como pan caliente, no había ni necesidad de promocionarlas pregonando por todo el patio de primaria al mismo estilo de los vendedores callejeros. Las personas venían como abejas al panal para hacerse con su bolsita de cancha recién hecha a tan solo un humilde sol. Recuerdo haberle prestado a mi hermano 2 soles, la primera vez me dijo que probaría, y en la segunda me dijo que quería más; después de eso llegaron sus amigos y arrasamos con la producción del día.
Meta cumplida.

Relación con las 7 experiencias CdD:

Organiza actividades: Esta experiencia se ve reflejada en el trabajo realizado como salón en general y también en el trabajo llevado por el grupo de producto, grupo al que pertenezco. Sin duda alguna, esta experiencia fue clave para la ejecución del proyecto.

Trabaja en comunidad: Todo el trabajo fue realizado en comunidad, que en este caso sería 4to E. El trabajo en comunidad es fundamental para que todos puedan desenvolverse en los equipos y proyectar mejores resultados.

Conocerse, aceptarse y superarse: El proceso de producción me hizo aprender a esperar, a realizar trabajo manual y a ser diligente con las demandas del equipo, cosa que creo que será muy útil en mi vida diaria.

Siente con la iglesia y el mundo: Al solventar una necesidad básica de los chicos de Llanavilla, una acción orientada a la labor de la Iglesia se ve reflejada en la experiencia Ciudad de Dios.