El día sábado 21 de junio pudimos
vivir una experiencia diferente a las que habíamos vivido anteriormente, ahora
los niños no esperarían que nosotros vayamos por ellos, ellos vendrían por
nosotros para darnos el encuentro en un lugar que ellos no conocían del todo y
lo miraban con extrañeza, nuestro colegio. Usamos diferentes instalaciones del
colegio y ambientes que permitieron el idóneo desarrollo de nuestras clases
como el anfiteatro de inicial y las canchas del tablazo.
Esperamos con muchas ansias junto
con mis compañeros de salón a que los niños llegaran, teniendo ya preparadas la
mayoría de las cosas. Llegaron aproximadamente a las 2 de la tarde, un poco tarde, pero llegaron.
Todo estaba normal, estaba convencido de que podría lidiar con esto, pero justo
mi mente me pone una trampa y me bloquea de todo lo que debí hacer. Felizmente,
pude despejarme y llevar a cabo todas las actividades que nos planeamos a
realizar ese día tan especial. Para empezar, introducimos la clase e hicimos la
oración que abriría la jornada del trabajo, luego de eso los que faltaron
rendir quiz en las semanas pasadas tuvieron que rendirlo. A mí me tocó vigilar
a Estiver y a Artur, los gemelos Mozombite que faltaban dar el quiz nº 2,
supieron atender a mis indicaciones y la práctica fue un éxito. Luego de esto
nos dirigimos al salón del profesor José Alayo, 3ro D si no mal recuerdo donde
hicimos la clase principal, todo en inglés. Hubo ciertos percances en cuanto a
la disciplina internamente dentro del aula. Felizmente, la directora siempre
dispuesta a ayudarnos estaba presente para poder controlar a aquellos niños que
se veían distraídos. Pude notar que tuvo una forma peculiar de llamarles la
atención, cosa que me extrañó un poco pero no fue de mucha importancia.
Tras realizar la clase, el momento
esperado llegó, la pichanga; todos se encontraban emocionados por probar la
brazuca que tenía en mi mochila en una pichanguita que nos uniría más como
salón. Todo parecía un sueño, estando en el Maracaná jugando fútbol y vivir una
falta como si fuese un delito, recuerdo ver a un Balentino jugando como los
dioses, también a un Estiver que dribleaba como Alfredo DiStefano. Las chicas
no se quedaron atrás y aunque no quisieron jugar fútbol pudieron hablar con mi
compañera Karen y jugar vóley con una pelota que nos alcanzó Rodrigo. Básicamente,
esta clase era mucho más recreativa, y así fue, pudimos aprovechar el gran
ambiente que era el colegio y que se encontraba a nuestra disposición parcial
para poder hacer que los chicos nunca olviden ese día nublado por la tarde en
la que la clase se dio en el “San Agustín”.
Durante todo el desarrollo de la
actividad pude connotar la presencia de 4 experiencias planteadas por el curso
Ciudad de Dios.
Experiencias:
1.- Conocerse, aceptarse y
superarse: Cada vez esta experiencia va influyendo más dentro de mí, y en este
caso no existió una excepción. Esto se vio evidenciado cuando estábamos en el
salón y la directora quiso hablar conmigo un momento. Me dijo que no tuviera
miedo de imponer disciplina dentro de los chicos, me hizo entender que quizás
mi manera de llevarlos no era tan adecuada o que podía ser mejor. En orden a
esto acaté a las órdenes de la profesora y pude mantener a los niños atentos a
lo que les presentábamos. Quisiera resaltar la labor involuntaria pero
excepcional, resalto excepcional, de Jordan; un chico que creo que fue la
primera vez que iba porque no lo había visto antes, pero ese no es el punto,
el punto es que él siempre tomaba el
liderazgo dentro de su grupo y me ayudaba a mantener el orden dentro de la
clase.
2.- Trabaja en comunidad: Esta
experiencia se vio presente durante todo el trabajo que se realizó ese día
básicamente. Pero quiero destacar en esta ocasión la gran labor que mi
comunidad de 3ro y 4to llevamos a cabo, pudimos realizar la clase exitosamente.
Y lo más importante, creo que dejamos huella dentro de sus corazones.
3.-
Organiza actividades: La idea de la pichanga fue ideada dentro de una
reunión de aula, un lunes de CAS. Asimismo, usamos el material que ya había sido
creado en reuniones pasadas y que no usamos debido a que los buses llegaron
tarde en aquella ocasión.
4.-
Lidera con inspiración: Esta vez, me tocó llevar el papel del líder
dentro de mi grupo, o así lo consideran varias personas. Pero, personalmente, yo
creo que el liderazgo que asumo no es individualista porque siempre busco la
participación de mis compañeros de comunidad al momento de realizar ciertas
actividades.
Para concluir, quisiera rescatar la
labor del coordinador de Ciudad de Dios, Piero, mi tutor que siempre está
atento para que este y todos los proyectos que se llevan en todo el colegio se
lleven de la mejor manera posible.




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